domingo, 1 de enero de 2012

Queridos Reyes Magos:


 
Este año no me he portado bien. Ya quedó atrás eso de no recoger los juguetes, o no acabarse la comida, o montarle a mamá un berrinche cuando no te compra tu capricho. No, este año es mucho peor. Este año he hecho llorar a alguien, he decepcionado a más de una persona, he gritado cosas que debería haberme callado cuando me enfadé, he olvidado recordar una vez al día a gente que ya no está... y así podría seguir llenando la lista de cosas que he hecho mal. Pero lo peor de todo es que rozo los límites del egoísmo y no me importa...
Pero, a pesar de todo me atrevo a pediros mis regalos. Y sé que es muy difícil que me los traigáis si ellos no quieren venir, pero tengo que intentarlo. Porque ya no sé a quién más pedírselo, porque lo que deseo lo siento tan lejos de mí que creo que sólo me queda recurrir a unos magos como vosotros para que puedan conseguirlo.
Queridos Reyes Magos, quiero un beso de esa boca que me encanta. Quiero un diario en blanco para escribir todas las tardes que me invento que pasamos juntos. Quiero una caja de lápices de colores para pintar sus sonrisas cuando esté triste o para pintarla porque sí, sin más, simplemente porque adoro verlo sonreír. Quiero esas mariposas que me dan cuando le veo y me mira y me sonríe, guardadas en una cajita para poder mandárselas y que él también las sienta cuando estoy a su lado. Quiero una bufanda que huela a él, para que cuando me entren ganas de abrazarlo y no pueda, poder liarme en ella y creer que está más cerca de lo que el mundo se empeña en demostrarme. Quiero sus secretos, encerrados bajo llave en un cofre del que sólo yo tenga la llave. Quiero una caja donde guardar todos los besos que le quiero dar, pero que sea grande porque, haciendo cuentas, si tengo ganas de besarle unas 100 veces al día, por 1000 besos que le daría cada vez, son miles de millones de besos.
Quiero la fórmula mágica de sus sonrisas, quiero saber cómo hacer que aparezcan y quiero que me contagie cada vez que las vea. Quiero un bolígrafo que no se borre nunca para ir escribiendo en cada esquina una razón por la que me tiemblan las piernas cuando le veo, o por qué sonrío cuando lo hace él, o por qué aparece en cada uno de mis sueños. Quiero una cámara de fotos para capturar el momento en que me mire con esa mirada diferente, especial, única, que no se la dé a nadie más, sólo para mí, aunque sé que nunca lo hará. Quiero un libro de cuentos, para creer que los finales felices existen, y que al final el príncipe se enamora de la princesa, y me da igual si el príncipe viste de azul o de naranja chillón, porque a él todos los colores le quedan bien. Quiero un tippex para borrar el miedo que siento cuando pienso que si le digo que me muero por él me dirá que él no siente lo mismo.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario