Nadie le abre la puerta, pero él entra igual.
El miedo se instala en nuestra vida y nos tiñe los ojos de desconfianza.
Hay muchos miedos; miedo al peligro, al diferente, a lo desconocido.
Pero quizá todos los miedos se funden en uno, el más grande, el temor a no ser querido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario