viernes, 28 de febrero de 2014

¿Sabes qué?

Me hubiera gustado verte antes de que te fueras, no despedirme, las despedidas duelen, simplemente verte.
Ver esa gran sonrisa que no dejabas disfrutar a todo el mundo, pero para mi siempre tenías una.
Ver el brillo de tus ojos, marrones sí, pero no un marrón cualquiera, un marrón lleno de vitalidad.
Acariciar una vez más ese pelo tan negro, quizás el más negro que he visto nunca, brillante y suave.
Oír una vez más tu voz, esa voz desenfadada, joven, "chistosa", que desprendía simpatía; con la que siempre contabas algún chiste, que por malo que fuera, tal y como lo contabas, hacías que se convirtiese en el mejor de los chistes.
Decirte un simple "Hola!" una vez más desde tu puerta, y que me respondieras con otro "Hola!" y una sonrisa, por muy concentrado que estuvieras en tus cosas.
Me bastaría simplemente sentirte una vez más, sentir ese algo que te hacía especial, ese algo que nos unía de alguna manera, ese algo que me hacía quererte y me hace recordarte cada día que pasa.
F.

No hay comentarios:

Publicar un comentario